Descripción
La Comuna de Llano Grande está ubicada en el Km. 13 y 1/2 de la Panamericana Norte al noreste de la capital ecuatoriana. Pertenece a la parroquia de Calderón de Quito. Es cuna del pueblo Kitu Kara, el hogar de las ‘bordadoras’, quienes fueron reconocidas en el 2021 como patrimonio inmaterial de la ciudad, por el Ministerio de Cultura y Patrimonio.
Llano Grande ya no es una comuna netamente ancestral y con presencia únicamente de comuneros, pues ha abiertos sus puertas a personas de todo el país, aquí residen gente de Cayambe, Tabacundo, de Guayaquil, de Santo Domingo, además, este espacio ahora alberga conjuntos habitacionales, quienes han buscado el ambiente cálido de este sector.
Salida
El día empieza temprano, con el aire fresco de la mañana y la expectativa de descubrir aromas, sabores y tradiciones que siguen vivos gracias a la gente de Llano Grande. Temprano en la mañana comienza la salida rumbo a la parroquia, un trayecto que no solo lleva a un lugar distinto, sino que también conecta con la historia y la cultura de sus comunidades.
Bienvenida
Al llegar, la comunidad abre sus puertas con una bienvenida sencilla y cálida, de esas que hacen sentir que entras a un hogar más que a un destino.
Museo Kitu Samay Wasi
Kitu Samay Wasi: la memoria viva: Visita el museo de sitio Kitu Samay Wasi. Aquí la memoria no se mira tras un vidrio: se escucha en los relatos, se toca en los talleres, se baila y se canta en cada encuentro. La cultura Kitu Kara se siente en cada detalle, como un latido que todavía sigue fuerte.
ArtEucalipto
Arte que nace de la tierra: La ruta llega al taller artesanal ArtEucalipto, donde los artesanos rescatan personajes étnicos y los transforman en piezas únicas. No son simples recuerdos: cada figura está hecha a mano con dedicación y cariño. El visitante no solo observa, también participa, conversa con los artesanos y descubre una tienda que huele a tradición y creatividad.
Alli Allpa
Alli Allpa: donde florece la herencia: Visita el huerto agroecológico Alli Allpa. Las mujeres de la comunidad preparan la auténtica chicha de jora, manteniendo un saber heredado por generaciones. Probarla es viajar en el tiempo: cada sorbo guarda un pedazo de historia y cada explicación abre la puerta a secretos que se transmitieron de abuelas a nietas.
Nari Cosmética Natural y Sacha Loma
Cosmética que es ritual: Visita a Nari Cosmética Natural y Sacha Loma. Aquí no se habla solo de cremas y ungüentos: se trata de rituales de bienestar elaborados con hierbas medicinales y fórmulas artesanales que combinan lo ancestral con lo contemporáneo. Observar cómo se cultivan las plantas y cómo se transforman en productos es una experiencia que conecta directamente con la naturaleza.
Sara Sisa
Sara Sisa: puntadas que cuentan historias: La ruta llega a la finca Algarrobo, donde el grupo de mujeres bordadoras Sara Sisa mantiene viva la tradición del bordado a mano. Cada puntada refleja un sentimiento, un fragmento de identidad, un legado que no quieren que se pierda. Los visitantes pueden mirar, aprender y hasta bordar junto a ellas, compartiendo un momento único de arte y cultura.
Huerto Allpa Misky
Un almuerzo con sabor a campo: Después de tantas experiencias, que mejor idea que un merecido almuerzo en el Huerto Allpa Misky. La mesa se llena de platos caseros, preparados con productos frescos y auténticos, que terminan de cerrar la experiencia con el sabor más real: el de la tierra.
Retorno
Retorno con el corazón lleno: Finalmente llega el momento de volver. Pero no es un simple regreso: es llevarse en la memoria los colores de los huertos, el eco de las risas, el olor de las hierbas y la calidez de la gente. Más que un paseo, es un recuerdo que se queda contigo.